¿CORRUPCIÓN EN EL TRANSPORTE PÚBLICO?

TRAS LA VERDAD

¿CORRUPCIÓN EN EL TRANSPORTE PÚBLICO?

Por Héctor Parra Rodríguez

 

El gobernador del estado, Francisco Domínguez Servién, afirmó que hubo corruptelas en el anterior transporte público “bautizado” como RedQ, al cual dieron por muerto el pasado miércoles, el cual fue un rotundo fracaso operativo y político, pero buen negocio para unos cuantos.

Dijo que se han abierto cuatro carpetas de investigación para deslindar responsabilidades ¿Por quién empezar? ¿Por los concesionarios, los choferes o algunas autoridades que hicieron lo que quisieron con el frustrado programa RedQ? O ¿Acaso fueron todos, incluso aquellos que realizaron el proyecto y cobraron sumas importantes de dinero sin resultado alguno?

Lo cierto que el sistema de transporte público urbano “bautizado” como RedQ, fue todo un fracaso; y para que no funcionara se orquestaron todas las partes. Desde los neófitos en la materia de transporte público que laboraron en el área -pero sí resultaron buenos para el negocio de las concesiones- hasta los choferes y “checadores” que pusieron en “jaque” a las pobres autoridades que no supieron qué hacer para reordenar el sistema de transporte; bueno, eso decían los que sabían del negocio.

Bien por el gobernador que se decidió a investigar qué pasó  en realidad con RedQ. Muchos millones de pesos se invirtieron para crear un nuevo sistema de transporte que resultó aún más deficiente; eliminaron rutas y camiones; cambiaron rutas; compraron unidades nuevas, las pintaron, concentraron compras de refacciones y arreglo mecánico de las unidades y equipo sofisticado y nada sirvió. Todo resultó peor.

Los concesionarios se quejaban porque ganaban menos; de los administradores que concentraron los dineros y las decisiones nunca se supo cuánto se les dio, cuánto gastaron, de dónde salió el dinero y quién lo pagó o está pagando –en su caso- por concepto de créditos. Nada se informó y todo “quebró”. Y lo peor, todos se quejaban del nuevo sistema de transporte público colectivo ¡Literalmente fue un fraude! Pero ¿En agravio de quién?

Se sabe que hubo convenios forzosos con los concesionarios, los obligaron a firmar bajo amenaza de perder el título de concesión; después de que recibían aproximadamente 30 mil pesos mensuales de ganancia por unidad, con el nuevo sistema sus ingresos bajaron a 10 mil mensuales ¿Entonces quién ganaba si los concesionarios perdían? Y sí subieron el precio del pasaje ¿Entonces?

Hasta hoy existen muchas interrogantes sin respuesta. Por eso es bueno que el gobernador haya tomado la decisión de investigar y llegar a sabe bien a bien qué pasó con los dineros del sistema RedQ. Lo del fracaso del sistema es más que obvio, no sirvió, a grado tal que el gobernador mandó expedir el acta de “defunción”  e inhumaron el “viejo sistema de RedQ.

Considero que aquellos que hoy son responsables de la Dirección del Transporte y quienes realicen las investigaciones legales, deberán tener mucho cuidado en la búsqueda de información, debido a que, algunas partes que alegremente participaron en el negocio del fracaso RedQ, ahora se incorporan en el nuevo sistema de transporte que implementa el gobierno de Francisco Domínguez y que tardará más de dos años en funcionar. Esos mismos hoy festejaron con el gobernador la “muerte de RedQ”, esos también aplaudieron la creación del hoy occiso RedQ.

Enhorabuena. Primero porque se investigará si hubo abusos y, derivado de ellos, surgen -por primera vez- algunos responsables de los abusos y pudieran pisar la cárcel o reparar el daño causado al erario público. Y segundo, renace la esperanza -una vez más- de crear para los queretanos un sistema de transporte público colectivo de primer mundo que permita a miles de automovilistas olvidarse de sus vehículos para hacer uso del moderno transporte público colectivo y no importa que se tarden dos años o más, pero que al final funcione eficientemente bien y sea seguro. Hasta entonces los usuarios podrán festejar; hoy solo es una quimera, una buena aspiración a cumplir.

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