Por Héctor Parra Rodríguez
En febrero pasado un grupo de diputados se “aventaron” la ocurrencia de convocar a universitarios a un concurso para presentar iniciativas de ley y aquellos que presenten las mejores -¿Cómo sabrán que es la mejor?- se llevarás hasta 10 mil pesos, esperando reunir aproximadamente 400 propuestas.
A poco más de un mes se ignora todo o relativo al concurso, venció el plazo para presentar las iniciativas y de la meta propuesta tampoco se sabe nada. La idea es de corte “draconiano”, pues ante la falta de iniciativas de los legisladores, pretenden poner a trabajar a los universitarios por la risible cantidad de 20 mil pesos en total; 10, 6 y 4 mil pesos para los tres primeros lugares.
Cualquier profesional del derecho bien acreditado, andará cobrando 50 mil pesos por una buena iniciativa. Así que, por 20 mil pesos obtener hasta 400 iniciativas es todo un “fraude legislativo maquinado”. Al menos es lo que parece. Ahora que, si observamos la actividad legislativa durante estos seis meses –primer sexto agotado- el Poder Ejecutivo lleva mano en el número de iniciativas ¿Acaso será esa la pretensión de los trabajos de los universitarios por un risible precio de 20 mil pesos? Es pregunta, no afirmación.
En febrero se dijo que entre otras universidades que participarían, tanto maestros como estudiantes, estaba la UAQ, Univa, Cuauhtémoc, UCO, Universidad de Lóndres, etcétera. También comentaron que los maestros de Derecho serían los guías de los alumnos. Hipotéticamente también pondrían a trabajar al personal académico de estas universidades, con el ofrecimiento de los legisladores -vamos el compromiso- de hacer iniciativa formal y legal de la iniciativa que gane el primer lugar, así como aquellas sobresalientes.
Así fue el ofrecimiento legislativo con las 400 iniciativas para dosificarlas durante los otros cinco sextos que faltan de la actual Legislatura. Muy buena imaginación de nuestros legisladores, en lugar de contratar a buenos asesores y pagarles profesionalmente lo que para estos trabajos cobran. Pero no lo hacen así; resultó buena la imaginación legislativa, lanzar una convocatoria para que, todos los que se inscriba haga las iniciativas de ley que corresponde a los diputados locales ¡Habrase visto semejante ingenio!
Ahora que si toda esta imaginación es una iniciativa de buena “fe”, enhorabuena por el talento e intuición. Sin embargo parece que se quedan cortos en las cantidades de dinero que por concepto de premios pretenden dar a los tres ganadores del concurso. Vaya que sí. Solo de pensar que cada diputado recibe aproximadamente 300 mil pesos mensuales, es entonces que nos damos cuenta que los 20 mil pesos en total que otorgarán a los tres ganadores, es una burla al esfuerzo y trabajo de investigación, valoración, propuesta y definición de una iniciativa de ley. Y si sumamos las 400 que piensan recibir, es toda una proeza. No hay comparación alguna entre el esfuerzo y la capacidad de los legisladores para premiar un buen trabajo legislativo que conlleva mucho más allá de argumentos, antecedentes, fundamentación y propuestas de reforma, adición o, incluso derogar o abrogar una ley. Mucha investigación y conocimiento de la materia se debe tener.
Si los 20 mil pesos fuesen la medida de la actividad legislativa a pagar por 400 iniciativas de ley, seguramente los diputados deberían estar percibiendo mucho menos por concepto de dieta y prerrogativas.