Por Alberto Junco
Caminando por los pasillos universitarios, observando el tumulto de autos que se agolpan en el circuito vial, me encontré con buenos amigos que comentaban sobre los problemas cotidianos de la Máxima Casa de Estudios, se habla que la crisis ya llegó a los salones de clase tienen equipo obsoleto y no hay para cuando llevar a cabo la renovación; se dice que los profesores por honorarios son ahora el sostén de la academia, con el pago de 50 pesos la hora se les exige calidad y compromiso. La Universidad está en quiebra, es el argumento de los de arriba para justificar esta especie de parálisis administrativa que tiene a los universitarios navegando en la medianía institucional. Lo bueno es que ya se acaba el semestre dicen mis amigos universitarios.
Sigo caminando y entró a tomar un café en la cafetería de Ingeniería y me encuentro a un compañero que tiene muchos años trabajando y sigue siendo de los de honorarios. Él me comenta que las cosas están medio feas: se respira un ambiente que mezcla la apatía con el temor, el conformismocon la incertidumbre, la falta de resultados académicos con los discursos triunfalistas; no importa que los indicadores estén a la baja o que la matrícula no crezca, que las obras sigan inconclusas, lo que parece realmente importante es no moverse para no crear problemas, para no ser señalado como enemigo de la autoridad, porque entonces, a cuidarse, te quitan horas, no te promueven, no te pagan a tiempo, en definitiva, me dice, las cosas no están bien.
Lo que si se mueve son las aguas subterráneas de la elección del próximo Rector. Muchos dicen que el Rector ya tiene a su delfín, y dicen que es Teresa García Gasca, Directora de la Facultad de Ciencias Naturales, otros dicen que no, que en realidad jugará con dos o si se puede con tres candidatos y no descartan a la Secretaria Particular, Blanca Gutiérrez, ni al de Planeación, Raúl Pineda; en lo que sí coinciden las voces del análisis universitario es en que el actual grupo en el poder, con Gilberto Herrera a la cabeza, tratará, cueste lo que cueste, de mantener el control sobre la Universidad y, en lo obscurito, sostienen que tienen que evitar que los panistas se metan a la UAQ y ya dieron una muestra durante la pasada huelga universitaria. No descartemos que al paso de los días, se apunten nuevos candidatos con nuevas credenciales para tratar de ganar puntos con el Rector y que se fije en ellos para que los considere a la hora de las determinaciones.
Del lado de los aspirantes independientes también andan movidos, ya están haciendo su luchita, es el comentario quese filtra en pasillos, salones y jardines de la UAQ. Por ejemplo, tenemos a la Directora de la Preparatoria, Rosa Vázquez Cabrera, quien utiliza el discurso de la oposición a la actual administración y anda amarrando alianzas con el Secretario de Educación, Alfredo Botello, y para ello presume de su buena amistad con el Rector de la Universidad Tecnológica, Carlos Arredondo, quien también es profesor de la Escuela de Bachilleres. Por lo pronto aprovechan cualquiera acto político para dejarse ver.
Por otra parte, dicen que también el Director de la Facultad de Contaduría y Administración, Arturo Castañeda, se apunta para competir, aunque anda de bajo perfil y todavía no se le ve en actos que así pudieran indicarlo, los cronistas universitarios afirman que su cercanía con actores importantes de la política estatal, especialmente con el Gobernador; de hecho su carta de presentación es que él fue quien abrió la puerta a Pancho Domínguez durante la campaña de 2015, a pesar del abierto apoyo de Gilberto Herrera a Roberto Loyola, el candidato perdedor del PRI.
Alguien me dijo que hasta el ex Director de la Facultad de Bellas se anda apuntando y para ello utiliza las redes sociales. Habrá que esperar.
Lo lamentable de todo esto es que nadie habla de los problemas a resolver durante la próxima administración, nadie habla de la academia, que debería ser el principal ingrediente para aspirar legítimamente al cargo de Rector.
Estamos en junio, los directores de las facultades cumplen un año en sus cargos, y al Rector le queda cada vez menos tiempo para dar respuestas reales a la comunidad universitaria y a la sociedad queretana, el tiempo de los discursos y del triunfalismo ha concluido. Las vacaciones están a la vuelta de la esquina, regresando en agosto empieza el ciclo de posicionamiento en los espacios de decisión y de lucha política por el control de la próxima administración. A elegir consejeros universitarios, representaciones estudiantiles y a los comités ejecutivos de los dos sindicatosuniversitarios; son elecciones muy importantes porque los ganadores seguramente permanecerán en sus cargos hasta laelección del Rector.