- Se trata de nombres de Juan Nepomuceno Frías, Ernesto Perrusquía Layseca, José María Truchuelo Ruiz y Carlos Ramírez Llaca
- Por fin colocaron sus nombres en una placa de bronce en el Panteón y Recinto de Honor de Personas Ilustres de Querétaro
En 1917, hace 100 años, los queretanos Juan Nepomuceno Frías, Ernesto Perrusquía Layseca, José María Truchuelo Ruiz y Carlos Ramírez fueron activos participantes en la creación de la Constitución Política Mexicana que aún nos rige; pero apenas ahora, 100 años después, los reconocen en su tierra y cuna de nuestra Carta Magna.
El Consejo Consultivo del Panteón y Recinto de Honor de Personas Ilustres de Querétaro rindió homenaje a cuatro constitucionalistas, colocando sus nombres en una placa de bronce.
Durante la sesión solemne, los nombres de Juan Nepomuceno Frías, Ernesto Perrusquía Layseca, José María Truchuelo Ruiz y Carlos Ramírez Llaca quedaron inscritos en el Panteón y Recinto de Honor de Personas Ilustres de Querétaro.
Juan Nepomuceno Frías nació en Querétaro y en el Congreso Constituyente de 1916-1917 representó al primer distrito electoral local.
Al triunfo del Movimiento Constitucionalista en contra de Victoriano Huerta, ocupó el cargo de Procurador General de Justicia de la Ciudad de México.
José Ernesto Perrusquía Layseca nació en San Juan del Río, Querétaro, y participó como diputado en el Congreso Constituyente de Querétaro en 1916-1917, además de que fue partícipe de la Constitución de 1917, considerada el logro más importante de la lucha revolucionaria.
José María Truchuelo Ruiz nació el 29 de abril de 1880, se especializó en Derecho Constitucional, fue gobernador del estado en el periodo de 1920-1923, diputado por el tercer distrito correspondiente a Cadereyta y en el Congreso Constituyente fungió como secretario del Congreso, por lo que pudo firmar la Carta Magna.
Carlos Ramírez Llaca nació en la Ciudad de Querétaro, fue electo diputado del Congreso Constituyente por el 18 distrito del estado de Guanajuato, se rebeló al régimen porfirista y luchó contra él hasta su derrocamiento.
El Consejo Consultivo consideró que si bien no representó a Querétaro en el Congreso Constituyente, la labor de Carlos Ramírez Llaca como diputado congresista enalteció la cuna que lo vio nacer y sus contribuciones a las grandes tareas nacionales lo hacen acreedor de esta distinción.