Por Héctor Parra Rodríguez
La Legislatura Federal decidió archivar el expediente del juicio de procedencia por responsabilidad penal, que se le instruía a la morenista y diputada Eva Cadena, en razón a que, la Legislatura local de Veracruz le quitó antes el manto protector de la inmunidad, sobreseyendo el procedimiento.
La Fepade inició el procedimiento en materia penal por delitos electorales, cometidos presuntamente por la diputada –no exdiputada como algunos consideran-, por aquello de recibir dinero para Andrés Manuel López Obrador, dirigente nacional de Morena. Por supuesto que este señor se deslindó del asunto y dijo que todo se trataba de un “cuatro”. Como siempre suele suceder, de tonto aceptaría que recibe “donaciones” sin registro alguno que utiliza para su propio beneficio.
La diputada, ya sin la protección constitucional del “fuero” –concepto jurídico que no existe- puede ser atraída por la justicia federal; ahora se requerirá una resolución de la Legislatura local para declarar la procedencia por responsabilidad penal y eso aún no sucede, al menos no se ha dado a conocer. Eva Cadena se está defendiendo con todo, a fin de cuentas es su derecho constitucional, con aquello de la presunción de inocencia hasta que no se demuestre lo contrario; y en esto –demostrar responsabilidades penales- no es nada bueno la autoridad ministerial, muchos delincuentes se van por falta de pruebas; y los jueces proclives a dejar en libertad a los delincuentes.
En este asunto existe una enorme importancia política, la cual seguramente quedará en eso, dado que el beneficiario de los dineros es Andrés Manuel López Obrador; extraordinariamente será difícil demostrarlo, lo cual dese ahora se puede adelantar que no lo hará el Ministerio Público ¡Quedará impune!
No trascenderá como debiera. Amlo continúa alegremente en campaña a la Presidencia de la República. En tanto que Eva ha dejado de ser militante de Morena, se ha quejado amargamente de sus excompañeros de partido ya que la dejaron sola, incluso la menospreciaron debido a que fue descubierta en flagrancia; ahora todos niegan su existencia política sí como las relaciones con la diputada. Ese desdén y desprecio le ha molestado a Cadena, por eso se queja de los morenistas, de su hipocresía. Y esta, Eva, ha negado ser “recaudadora” de dinero sucio para Amlo. Incluso afirmó que el dinero lo devolvió, de tal manera que busca deslindarse del delito electoral tomando en cuenta que no llegó a concretarse el delito, quedando en tentativa.
¿Hasta dónde llegará la investigación y responsabilidad penal? ¿Habrá más presuntos responsables? ¿Quién entregó el dinero sucio y el producto de dónde proviene? ¿Cuántas veces lo hicieron? Estas y muchas otras preguntas se harán a Eva Cadena una vez que quede sujeta al procedimiento penal frente a la autoridad jurisdiccional. Y lo mismo sucedió en el Estado de México con la frustrada candidata de Morena al gobierno del Estado de México: Delfina Gómez, quien destinaba dinero del salario de los empleados del municipio cuando ella fue presidenta municipal, lo descontaban y era entregado a su partido político: Morena. En este segundo caso pareciera que llegaron a un amigable arreglo los políticos: dejas de molestar con impugnar la elección y omiten iniciar proceso penal en contra de Delfina y coparticipes del delito; hasta ahora nada se ha vuelto a saber, a diferencia del exgobernador de Cesar Duarte, a quien sí se le giró orden de aprehensión por los mismos hechos: asuntos curiosos ¡Verdad!
De ahí que todo parece ser un “show mediático” para distraer la atención y no enjuiciar el benefactor y beneficiario de los recursos económicos. Amlo sigue en campaña y todos tranquilos. Al final veremos -una de dos- que no hubo delito que perseguir o bien, que los “peces gordos” no fueron más que unos “charales” y todo queda en casa. Eva, tal vez, sea condenada a una pena insignificante ¿Y el dinero? Ese ya se devolvió, dijo. Y no podrán saber si hubo más entregas de fajos de billetes para Amlo, mucho menos a manos de quién fueron a parar; tal como sucede con todos los partidos políticos: todos reciben. La virtud es no ser detectado. Así de simple.