Por Héctor Parra Rodríguez
El Presidente de la República, se encuentra extraviado en materia de seguridad pública, no puede, no sabe cómo atajar la violencia en el país y no quiere hacerlo. Los legisladores federales y los congresos locales, otorgaron a López Obrador, facultades metaconstitucionales para combatir a la delincuencia, como nunca antes a Presidente alguno: durante 5 años ¡Utilizar a las fuerzas armadas para el combate a la delincuencia! También lo dotaron de nueva ley, nuevo cuerpo policial, más personal, más atribuciones, más dinero, desaparición de la Policía Federal; lo han dado de todos los instrumentos legales y materiales y no ha logrado bajar el índice delictivo, ni en tiempos de pandemia. Los plazos que el mismo Presidente se auto impuso para cumplir su promesa de bajar la delincuencia -perentorio-, dos veces los incumplió, ha violado su compromiso con México, tuvo que ampliarlo plazos -sin embargo-, a dos años, este último vencerá en diciembre próximo. Lleva 18 meses de gobierno, no puede y no podrá, menos con leyes de amnistía por medio de las cuales dejará en libertad a miles de delincuentes antes de tiempo. Elementos de las fuerzas armadas desde entonces actúan bajo la norma constitucional en acciones de seguridad pública.
Este día, de forma por demás inesperada e incomprensible, el Presidente de la República, ordenó la publicación de un Acuerdo en el Periódico Oficial de la Federación, por medio del cual restringe las actividades del personal de la Fuerzas Armada a 12 atribuciones, de 42 que contiene el artículo 9 de la Ley de la Guardia Nacional. El Artículo Quinto Transitorio de las reformas a la Constitución, publicadas el 26 de marzo de 2019, faculta al Presidente de la República –A López Obrador- para disponer de la Fuerza Armada, en actividades de seguridad pública, a partir de la publicación del Decreto, hasta por 5 años consecutivos. Después de poco más un año de vigencia de la atribución que le otorgaron los legisladores, para hacer uso de la Fuerza Armada, en materia de seguridad púbica, han trabajado esas fuerzas –Ejército Mexicano y Marina Nacional- ¿Para qué el Acuerdo? López Obrador, emite un Acuerdo para limitar las atribuciones del personal de esas Fuerzas Armadas ¿Por qué ahora limita o delimita las funciones en materia de seguridad pública? La oposición en el Senado, se inconformó por el Acuerdo, no aprueban la participación de las fuerzas armadas, considerando que viola la Ley de la Guardia Nacional. Olvidaron los legisladores que ellos fueron los que autorizaron, constitucionalmente, al Presidente de la República, para hacer uso del personal del Ejército y la Marina en actividades de seguridad pública. No valen sus quejas, sobre todo cuando en los sexenios de Calderón y Peña, las fuerzas armadas intervinieron sin atribuciones legales ni constitucionales.
Reitero ¿Por qué después de más de un año emite el Acuerdo que limita actividades de la Fuerza Armada, en materia de seguridad pública? ¿Cuál es el mensaje que envía López Obrador con su Acuerdo? Veamos. Primero, es obvio que Andrés Manuel no cumplirá –salvo que él tenga otros datos- por tercera ocasión, con su promesa de bajar el índice delincuencial. Su estrategia de seguridad pública para combatir a la delincuencia ha sido equivocada, no ha dado resultado en 18 meses, luego no se ve cómo pueda reducir los delitos, mucho menos con los problemas económicos que ha causado el mismo López Obrador, junto con la pandemia –no se sabe cuál de los 2 es más peligroso-, generando la pérdida de más de 500 mil empleos, según él; habrá más desempleo: más delincuencia; dejará en libertad a miles de delincuentes que saldrán de las cárceles, sin la posibilidad de encontrar empleo: más delincuencia ¿Cómo reducirá los delitos?
El Presidente no se cansa en repetir que su estrategia para combatir la delincuencia: no es una “guerra”; sin embargo han asesinado a miles de mexicanos durante los 18 meses de su gobierno, muchos más hicimidios que en tiempos de Calderón y Peña. No es guerra, pero los muertos son más que cuando había “guerra”. Entonces ¿Cómo se llama su estrategia de abrazos y no balazos? Incongruente la política lopista sobre el combate a la inseguridad. Ha quedado probada la incapacidad del Ingeniero, politólogo, Licenciado en Derecho y administrador público –de la mezcla de profesiones no hace una- de Alfonso Durazo Montaño. Sus foros para la pacificación y reconciliación de México, no sirvieron para nada, no probaron su eficacia. Los militares siempre han participado en funciones de seguridad pública, siempre limitados por la Constitución, hasta ahora; es personal con experiencia, mas no es su función la seguridad pública. Sin embargo, gracias a ellos se ha logrado la detención de grandes delincuentes, los únicos que han podido hacer frente a la delincuencia organizada, a pesar de sus limitaciones. López Obrador siempre criticó la participación de las fuerzas armadas en esta función pública, sin embargo es al único que le han autorizado constitucionalmente el uso de ellas; pero los limita al uso de la fuerza letal que para eso son entrenados. Este es el “margallate” de López Obrador.
La Fuerza Armada, es experta en materia de investigación, tanto por la experiencia como por la herramienta tecnológica con que cuentan para ello, pero con el Acuerdo, el Presidente les impide intervenir en esa función derivada de la Ley de la Guardia Nacional ¿Por qué los limita? Ahora los miembros de las fuerzas armadas, tendrán que aprenderse de memoria qué pueden y qué no pueden hacer, dado que el Presidente limitó sus funciones a pesar de estar facultados para ello y haber desempeñado esas atribuciones por más de un año. López Obrador, genera más confusiones en lugar de disipar dudas, lo que hará más endeble e insegura la participación de la Marina y el Ejército. De un plumazo eliminó 31 atribuciones a las fuerzas armadas. Indudablemente es ventajas para la delincuencia y los abogados defensores. Entre más confusión, más impunidad. Juego perverso del Andrés Manuel López.
¿Acaso López Obrador, pretende meter en problemas al Ejército y la Marina o su idea es quitarles responsabilidades? Lo cierto que el Presidente genera más oportunidades a la delincuencia, lo que incide en que no cumplirá con su compromiso de disminuir los índices de la criminalidad. El plazo para el cumplimiento de las falaces promesas del Presidente, aminora cada vez más, sin que haya resultados ¿Cómo justificará sus tendenciosas incapacidades que favorecen al delincuente? Entre tanto, la sociedad continúa a merced de los delincuentes. Con el Acuerdo presidencial, lo único que logrará López Obrador, es brindar mayores oportunidades a los criminales para fortalecer sus acciones, olvidándose intencionalmente de cumplir con la obligación del Estado en materia de seguridad pública, consistentes en salvaguardar la vida, las libertades, la integridad, el patrimonio de las personas para preservar el orden público y la paz social, todo lo cual parece no importarle al Presidente de la República. El Acuerdo para limitar a la Fuerza Armada, en el combate a la criminalidad, es contraproducente.