*El presidente afirmó que EEUU está “en su derecho” de emprender la millonaria oferta por los “Chapitos”, hijos de Joaquín Guzmán Loera
“Si hicimos bien o hicimos mal, ya la historia lo dirá”, así fue como el presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), justificó el operativo fallido que derivó en la liberación de Ovidio Guzmán López, hijo y heredero de Joaquín el Chapo Guzmán, en octubre del 2019.
El mandatario aceptó que la operación “se ejecutó mal” desde un principio, ya que se contaba con pocos elementos para el mismo.
Además, recordó que la detención del delincuente había desatado una “reacción muy fuerte de la delincuencia organizada” la cual podía atentar contra la vida de aproximadamente 200 personas más; de ahí que, comentó, él personalmente “tomó la decisión de detenerlo”.
“No quisimos que perdieran la vida más personas (…) Si hicimos bien o hicimos mal, ya la historia lo dirá. Yo fui el que tomó la decisión de parar el operativo”.
A pesar de esta fallida operación militar, conocida como el “Culiacanazo” y que mostró superioridad del Cártel de Sinaloa a su administración, el Jefe del Ejecutivo afirmó que Ovidio Guzmán sigue en la mira para el Gobierno de México.
Esta postura surgió tras ser cuestionado por la estrategia de Estados Unidos sobre ofertar hasta 20 millones de dólares por información que aporte para la captura de los “Chapitos”, hijos de Joaquín Guzmán Lera, “El Chapo”.
Ante ello, el tabasqueño afirmó que el país vecino “tiene todo su derecho” de emprender esta acción como parte de su programa del combate a las drogas, pues, comentó, “se encuentran preocupados” por el daño que los narcóticos sintéticos han causado en su población.
“Es un asunto grave porque lo que ha venido sucediendo en los últimos tiempos es que ya la mariguana, incluso, en EE.UU está legalizada”, comentó.