Por Pedro Pablo Tejada
El 6 de abril de 2024, después de un accidentado proceso interno que terminó en dedazo, José María Tapia Franco (el “Chema”) se registró como candidato de Morena, PVEM y PT a la alcaldía de Querétaro.
Ante el Instituto Electoral local (IEEQ) en el apartado “Conóceles”, Tapia registró sus datos generales: Cargo, Municipio, Entidad, edad y género.
En el apartado “Grado Máximo de Estudios” tecleó: “Especialidad Concluida”.
“Chema” dice que estudió Derecho en la UNAM, pero en realidad no hay certeza documental, del grado académico que tiene.
En la UNAM no existe constancia académica, de que se tituló. Tampoco tiene Cédula Profesional. Hay 16 registros de títulos otorgados a estudiantes Tapia’s o Franco’s, pero ninguno a su nombre. Este reportero, tiene las pruebas documentales.
No es requisito legal de elegibilidad tener un título profesional. Hay cientos de ciudadanos autodidactas, que dan cátedra a los profesionales, y que son por demás (muy) exitosos.
El pecado capital para un funcionario, y sobre todo para un candidato que pretende gobernar Querétaro, es mentir.
Si “Chema” no se tituló o no terminó la carrera que inició. No habría ningún problema, si lo trasparenta y lo acepta. Lo grave es engañar a una sociedad que tiene todo el derecho de conocer, a quien pretende gobernarla.
Antes de ser Senador suplente del ecologista Pablo Escudero (2012) y director general de Gestión de Riesgos en la SEGOB de Miguel Ángel Osorio Chong, en el sexenio de Enrique Peña Nieto (2016), no tuvo puestos de mayor relevancia. Cobró en el PRI, desde 2009, de segundón.
El 16 de enero de 2013 sorpresivamente entró a la SEGOB y 8 meses después abandonó el puesto en pleno Huracán Ingrid, para irse a jugar póker a Las Vegas. Se quedó hasta 2016.
En su declaración patrimonial de salida (y de entrada), no aceptó hacer públicos su información patrimonial, ni de conflicto de intereses.
En 2018 renunció al PRI, junto con Osorio Chong, fundó su empresa “Gestión de Riesgos en Desastres SA”, y encontró el paraíso.
“Chema” construyó un Clan que siempre protegió. Los hizo socios de su empresa, y los contrató en SEGOB y el Senado como asesores.
Edwin Alejandro Medina Hernández, que firmaría el millonario contrato con los militares como socio y apoderado legal de la empresa de Tapia, fue asesor en Gobernación y en el Senado, donde cobró en 6 meses $195 mil.
Y hoy, sin vivir en Querétaro, ocupa la primera posición como regidor por el PT.
Las primeras posiciones de las regidurías se las agandalló “Chema”. Por Morena va el, por el PT su socio Edwin y por el veletísima Verde, su jefe de campaña, Marco Antonio León.
José María Tapia, en menos de 6 años, amasó una fortuna considerable (su empresa la fundó el 19 de diciembre de 2018).
En plena pandemia le vendió a la SEDENA, por asignación directa, Mil 330 ventiladores en 52 millones 606 mil euros (unos Mil 350 millones de pesos de aquel marzo del 2020).
La semana pasada le confesó al perodista Marco Antonio Lara, conductor de “Presencia Universitaria”, un patrimonio (parcial) que suma 40 MDP en 2 terrenos en el Campanario, una casa en el mismo fraccionaniento, otra en Acapulco y un Fondo de Inversión que es propietario de 18 restaurantes.
Chema miente sistemáticamente. En su registro ante el Senado, en sus Declaraciones Patrimoniales 2013, 2014, 2015 Y 2016 en SEGOB, dónde a pesar de que su grado máximo de estudios, se asienta como “Diplomado”, él suscribe, que tiene una constancia de Licenciado en Derecho.
“Chema” viene a Querétaro a sorprender incautos, y hacerse pasar ante el IEEQ (que recibe los datos de buena fe), como acreditado en una Especialidad profesional que no tiene. Si no tiene el título de la Licenciatura, sólo podria tener el de la ‘Especialidad’, si lo compró en la plaza de Santo Domingo.
Tapia debe exhibir su título, si lo tiene. Su especialidad, si la tiene, y su patrimonio, que (hoy) esconde.
Si es diferente a los políticos que (asegura) sacará de Querétaro. Es el momento de fajarse los pantalones, y no engañar más.
A “Chema” Tapia, las nefastas mañas priístas -tan bien aprendidas- lo hundieron. La soberbia.
Será un regidor, con ese estigma.
Ya no da, para más.
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